NOTA IMPORTANTE: antes de empezar a leer debes tener presente que yo soy chico y voy a hablar de chicos. Esto significa que con este texto podría estar siendo parcial o desvelando secretos que nos podrían perjudicar. De todas formas, como lo que busco es orientar a chicas que estén un poco perdidas, doy por bien empleado el esfuerzo. Seas chico o chica te recomiendo leer antes el pringao y las chicas. Te será de mucha ayuda para entender el texto siguiente.

A la hora de tratar con tíos buenos las pringás pueden sufrir dos problemas principales.

1- No entienden a los chicos y no saben lo que ellos buscan.

Esto les hace estar desorientadas, confusas, indecisas. Su comportamiento respecto a los chicos no es coherente ni uniforme. La consecuencia de esta actitud es dar impresión de inmadurez.

2- Sí entienden a las chicos pero no les gusta su forma de ser.

Los chicos no son como les gustaría o como ellas esperarían. Por eso caen en frustración constante e incluso les rechazan.

Aunque no lo parezca ambos problemas surgen del mismo núcleo y pueden englobarse en uno sólo que se podría definir de la siguiente forma:

Las pringás no quieren ver la realidad. No les gusta asumir que el sexo masculino es como es. Con sus cosas buenas y cosas malas. Con sus fortalezas y debilidades. Por lo general se dan cuenta de que los chicos son tan diferentes a lo que ellas esperaban que se sienten decepcionadas y rechazan esa verdad.

A partir de ahí prefieren cerrar los ojos y soñar con que algún día aparecerá un príncipe azul destinado a enamorarse de ellas y que, por supuesto, será totalmente distinto del resto de chicos del universo.

La finalidad de este texto es que aprendas con certeza cómo son los chicos, qué es lo que les gusta y a qué estímulos responden. No pienses en si te gusta su forma de ser o no. No pienses en si es correcta o no. Juzgar a los chicos no te va a servir de nada. Simplemente asimila los conocimientos que te brindo y úsalos en tu beneficio, que es lo que hacen las triunfadoras constantemente.

Conocer a los chicos

Los chicos, en general, son simples. Ellos no suelen llevar segundas intenciones ni decir lo contrario de lo que piensan. Para los chicos lo “políticamente correcto” no es importante y en ese aspecto suelen ir más de frente que las chicas.

Un grave problema que tienen las pringás a la hora de tratar con chicos es que no se fijan en lo que ellos dicen, sino en lo que en teoría podrían querer decir.

Me explico. Las chicas siempre están buscando el verdadero sentido de las palabras del chico, luego implícitamente están suponiendo que todo lo que dicen lleva doble sentido.

Pues meteros esto en la cabeza: los chicos no hablan en doble sentido. Los chicos sólo dicen lo que quieren decir, nada más.

Ejemplo real:

– Chica: ¿Mañana vamos al cine?

– Chico: No, no me apetece mucho.

– Chica: (¿Qué habrá querido decir con eso?, ¿Qué tiene algo mejor que hacer?, ¿Qué ya no le apetece estar conmigo?, ¿Qué ya no le gusto?, ¿Qué se ha buscado a otra?)

Esta es una reacción típica de las chicas. Siempre buscan interpretar lo que dicen los chicos. Dado que ellas tienen una comunicación mucho más elaborada y enigmática piensan que los chicos son igual. Y se equivocan.

Lo único que ha querido decir el pobre chico es que no le apetece (seguramente debido a que está cansado o no hay ninguna película que le interese).

Si el chico realmente tuviera dudas de la relación o se quisiera ir con otra, se iría sin más, no se entretendría en hacer juegos de ideas ni mensajes subliminales.

Esta idea es análoga a la siguiente.

Los chicos no buscan la explicación de todo. A los chicos les interesa más el “qué” que el “por qué” ha pasado. Esto es otra contraposición a la forma de ser de las chicas que buscan explicaciones de todo lo que les ocurre.

Otra cosa que tenéis que saber. Los chicos no hablan de sentimientos entre ellos. Nunca, jamás lo hacen. No, no insistas, te digo que no hablan de eso.

De hecho a los chicos no les gusta hablar de sentimientos y cuando lo hacen es, seguramente, porque están haciendo de pagafantas.

Las conversaciones que los chicos tienen sobre chicas no van más allá de lo buena que está esta o la otra. Y punto.

Cuando un chico tiene sentimientos más profundos por una chica no los suele descubrir, tampoco a otros chicos. Primero porque confesar algo así le haría parecer débil respecto a los demás y segundo porque realmente los chicos  no tienen la necesidad de compartir ese tipo de cosas.

Por tanto, las típicas conversaciones de “le gustaré o no le gustaré”, “se enrollará conmigo o no se enrollará” y análogas no existen en el vocabulario  masculino.

Un resumen de todo esto sería: los chicos son tremendamente francos, tanto en su forma de ser como en su forma de hablar.

Sólo existe una excepción a la franqueza de los chicos: cuando buscan sexo.

Si eres chica, nunca te fíes de lo que te dice un chico que busca sexo. Un chico que busca sexo es capaz de decir y hacer cualquier cosa con tal de conseguirlo (o de intentarlo).

¿Recuerdas cuando en el pringao y las chicas decíamos que los chicos nunca se pueden fiar en lo que digan las chicas respecto a relaciones personales?, ¿Qué ellas nunca dirán la verdad?, ¿Qué nunca serán sinceras al 100%?

Pues con los chicos pasa lo mismo a la hora de ligar. Pero ellos no lo hacen por vergüenza o por no descubrir realmente lo que quieren. Ellos lo hacen para quedar bien. Para decirte lo que tú quieres oír. De esa forma piensan que se aseguran una oportunidad contigo si surge en algún momento.

Y es que la relación de los chicos con el sexo es muy delicada.

Los chicos y el sexo

Más o menos todas sabéis de la importancia del sexo en la vida de los chicos. Sin embargo no todas entienden bien la forma exacta en la que los chicos tratan el tema sexo.

Si eres chica y estás leyendo esto pon atención porque te va a resultar muy difícil asumir lo siguiente.

(Siempre que se lo he explico a una chica me pone cara rara y sospecho que nunca llega a asimilarlo del todo)

Para los chicos el sexo no tiene absolutamente nada que ver con los sentimientos.

El sexo y los sentimientos son dos realidades distintas y distantes que pocas veces se tocan entre sí. Repito una no tiene nada que ver con la otra.

(¿Has puesto ya la cara rara?)

Pues mientras no entiendas esta idea no entenderás la forma de ser de los chicos.

En la mentalidad de un chico la realidad “sexo” y la realidad “sentimientos” están separadas una de otra por una barrera invisible. Y aunque muchas veces ellos ni siquiera se den cuenta, estas dos realidades se repelen entre sí.

Es decir, en los chicos el deseo puramente sexual rechaza cualquier tipo de sentimientos.

¿Por qué?

(como todo lo instintivo, la respuesta está en los genes)

– Porque el sexo se presenta como una necesidad física (los genes quieren transmitirse) y cuando existen sentimientos las necesidades físicas no tienen tanto control sobre el individuo. Ergo eliminando cualquier sentimiento el sujeto sólo se preocupará por satisfacer sus apetencias físicas.

O sea, no esperes que un chico te demuestre que te quiere acostándose contigo, porque te estarás equivocando. Los chicos demuestran sus sentimientos de muchas otras formas e incluso lo hacen con gusto, pero la hora del sexo es para la satisfacción física.

Sólo existe una circunstancia capaz de hacer que sexo y sentimientos confluyan entre sí en la mente de un chico, y es en presencia de amor.

El enamoramiento es la única fuerza lo suficientemente grande como para vencer las fuerzas de repulsión y provocar que sexo y sentimientos se junten en un mismo espacio de acuerdo al gráfico anterior.

Resumiendo, los chicos sí pueden tener sexo con sentimientos, pero tiene que ser por medio del amor.  Si no existe amor, sexo y sentimientos nunca irán juntos. Así que la próxima vez que un chico al que acabas de conocer te diga que tiene un flechazo y que te quiere mucho para llevarte a la cama… ya sabes lo que está sucediendo.

Los chicos quieren sexo

Pues eso. Así de claro.

¿Sólo sexo?

– No.

Pero primordialmente sexo.

(Nota: Estoy hablando de el subconsciente, los instintos. Evidentemente un hombre que forma una familia no lo hace por sexo. Un hombre que se casa  no lo hace por sexo. Pero ahí entran sentimientos que NO son instintivos.)

Ejemplo:

Cuando un chico desconocido te está mirando en la discoteca…

Crees que piensa: – “Esa chica sería una buena esposa”, o “parece simpática”.

Evidentemente no.

Lo que sí piensa es: – “Que buena está, me encantaría hacerla esto y lo otro”.

Luego, una vez que se conozcan y se gusten, si la cosa va hacia delante y surgen sentimientos (que al principio no existen) quizás el chico empiece a pensar que “sería una buena esposa” o que “es simpática”, pero sin dejar de pensar en que sigue queriendo hacerla “esto y lo otro”.

Supongo que con el ejemplo ha quedado bastante claro, pero para que lo entiendas mejor, el sexo es el factor común en cualquier tipo de relación que establezca un chico. El sexo es algo que siempre va a estar presente en su mente. A veces se manifiesta al exterior y a veces no, pero esa realidad existe.

Ya sé lo que estás pensando ahora mismo:

Pues estoy segura de que hay chicos que no piensan en sexo al estar conmigo (por ejemplo buenos amigos, desconocidos, etc).

– ¿De verdad estás segura?

Bien, desde luego, influye mucho lo buena que esté la chica en cuestión o la situación concreta, pero atiende a esto.

En las chicas decíamos que una cosa es lo que digan y otra lo que realmente quieren.

En los chicos decimos, una cosa es lo que realmente quieren y otra lo que finalmente hagan (influenciados por la moralidad o por otros sentimientos u objetivos importantes).

Ejemplo:

Un chico a lo mejor no se acuesta con su mejor amiga porque sabe (si no es un pringao) que la relación puede cambiar a partir de ese momento. Entonces valora lo que gana y lo que pierde y a lo mejor no le conviene el sexo con esa chica, dado que puede perder algo más grande que un simple polvo (una amistad). Pero eso no quiere decir que no le gustara hacerlo o incluso que pueda resistirse si la chica se lo pone demasiado fácil.

Ahora dime, ¿sigues pensando que tu mejor amigo NO se acostaría contigo si pudiera?

Si tu respuesta todavía es afirmativa, sigue leyendo.

A la hora de pedir lo que realmente quieren (sexo) hay tres tipos de chicos:

Chico tipo A: Es el que pide directamente lo que quiere. Con sinceridad. Sin rodeos ni engaños. Puede ser el típico chico que se te presenta en una discoteca y te tira los tejos desde el principio y con descaro. A los diez minutos ya te ha pedido rollo. Y si no consigue lo que quiere, se va.

Chico tipo B: Es el chico que da un gran rodeo para pedir lo que realmente quiere. Le conocerás, se hará tu amigo, saldréis de vez en cuando, se preocupará por caerte bien y entrar en tu vida. Al cabo de un tiempo se decidirá a pedirte algo.

Chico tipo C: Este chico da un rodeo tan grande para pedir lo que quiere que se pierde en el trayecto. Por tanto NUNCA llegará a decir a la chica lo que le gustaría de ella. Es decir, nunca será sincero. Se conformará con la amistad trabajada en espera de encontrar la dirección correcta a su propósitos.

El chico más importante de estos tres es el C, y es el que tenemos que estudiar.

¿Por qué?

– Porque es el típico ejemplo que ponen las chicas para intentar demostrar (sin éxito) que no todos los chicos buscan lo mismo y de la misma forma. Te suena la frase: “pues yo tengo buenos amigos que no intentan nada conmigo…”

Es decir, chicos tipo C.

¿Y cuál es la enseñanza que te quiero trasmitir con todo esto?

– Que no te dejes engañar por ti misma ni por los chicos que te rodean. Sé que es muy bonito pensar en la amistad desinteresada, en la conexión de personalidades y en la buena fe.

Pero una triunfadora siempre tiene que valorar si el comportamiento de un chico es desinteresado al 100% o si lleva ciertos intereses ocultos; es decir, ¿la personalidad de ese chico realmente es así o te está dando justo lo que quieres (o lo que él cree que quieres)?

Hacerte esa pregunta cuando tratas con un chico te ayudará a aprender mucho y te evitará varios problemas o desengaños.

Estados respecto al sexo

Sexualmente hablando en los seres humanos sufrimos dos estados contrarios: el racional y el pasional.

– Estado racional: es aquel en el cual la lógica racional se impone en la mente del sujeto. La parte del cerebro dedicado a la analítica y al raciocinio toma el control del individuo. Este estado es contrario a las pasiones y por tanto, lo más alejado del deseo sexual.

– Estado pasional: es aquel que favorece las relaciones sexuales. La parte del cerebro dedicada a las emociones, las pasiones, instintos,  toma el control de la psique del sujeto. Esto provoca reacciones que incluyen la excitación, el deseo y todas las actuaciones que hacen que el cuerpo desee sexo y esté preparado para ello. Este estado es contrario a la racionalización y por tanto lo más alejado de la lógica.

Las chicas pueden alternar los dos estados dependiendo de la hora del día, el estado anímico, el entorno, etc. Es decir, si bien el estado racional siempre es preponderante en ellas, pueden llegar a pasar al estado pasional si se dan una serie de circunstancias muy específicas.

Pues bien, lo que tienes que aprender es lo siguiente:

Los chicos siempre se encuentran en estado pasional.

¿Hay algún momento en el cuál un chico entre en estado racional?

– Sólo uno (dejando de lado problemas de salud y otras situaciones desagradables, claro).

El único momento en el cual un chico entra de lleno en estado racional es después del orgasmo. En ese preciso instante toma consciencia plena de lo que ha hecho hasta el momento.

¿A alguna amiga vuestra le ha pasado que el chico haya salido corriendo nada más terminar de hacer sexo?

– Pues ahí tenéis la explicación.

¿Y cuánto dura el estado racional en un chico?

– Depende mucho de cada persona. Para algunos durará los diez minutos que tarde en recuperarse de nuevo (sexualmente hablando).  Para otros puede que más dependiendo de sus obligaciones o circunstancias propias.

¿Para qué sirve saber esto?

– Sirve para saber por qué los chicos, de forma natural, siempre están dispuestos o en disposición de tener sexo en cualquier momento o circunstancia. De ahí las típicas frases feministas del tipo: “siempre están pensando en lo mismo”.

Para las pringadas, esto es difícil de entender ya que en ellas, como dijimos anteriormente, predomina el estado racional.

Psicología sexual masculina

Para entender esta parte es imprescindible leer “¿tienes valor?” de el pringao y las chicas.

Si recuerdas, en el pringao y las chicas estudiábamos el comportamiento sexual femenino. Se basaba en todo aquello en que a nivel instintivo una chica se fija a la hora de decidir si un chico le gusta o no, y por tanto si puede darle sexo o no. En aquella ocasión definíamos una serie de parámetros que formaban la nota que llamábamos VALOR: físico, ventaja y romance.

Los chicos, de la misma forma, también establecen un VALOR instintivamente al conocer a una chica. La diferencia es que el VALOR femenino (el que un chico otorga a una chica) es bastante más simple que el masculino.

Físico: Estar buena. (Como ves es mucho más sencillo que el “físico” del valor masculino), aunque aquí también incluiríamos aspectos más subjetivos como el morbo o el atractivo.

Actitud: Tiene que ver con la forma de actuar de una chica. Engloba toda la estética excepto la parte del físico (que como has visto forma un grupo diferenciado). Hay ciertos comportamientos que instintivamente despiertan la atracción sexual a los chicos. Dichos comportamientos pueden estar relacionados con la forma de moverse, de actuar, de hablar y en definitiva de comportarse de la chica en cuestión. Esos comportamientos dependen mucho de cada chico pero sí que hay varias pautas que se repiten.

– Por ejemplo ser sexy, atrevida y experimentada es más atractivo que ser tímida, sosa o inocente.

– Un comportamiento maduro es más atractivo que otro infantil.

– Una comportamiento femenino y “fino” es más atractivo que otro descarado y brutote.

– Una chica con seguridad ante los chicos es más atractiva que otra que vacila y se pone nerviosa.

Si recuerdas, las realidades que formaban el VALOR masculino en el pringao y las chicas llevaban un orden establecido; primero el físico, después la ventaja y por último el romance.

En el caso del VALOR femenino no existe prioridad de uno sobre el otro. Si te fijas en el gráfico las dos realidades que forman el VALOR femenino tienen el mismo color y están al mismo nivel. Eso significa que ninguno de los dos tiene prioridad sobre el otro ni se produce antes o después de forma preestablecida.

Por tanto, si eres chica y quieres despertar el deseo sexual instintivo del tío bueno que te gusta deberás utilizar tanto tu físico como tu actitud para conseguir que te otorgue un VALOR alto.

¿Qué buscan realmente los chicos? (MUY IMPORTANTE)

En el pringao y las chicas, usando la psicología sexual femenina descubríamos, por fin, lo que las mujeres buscan realmente, primero de forma instintiva (físico, ventaja y romance) y después de manera más consciente (macho alfa).

Aquí hemos hecho lo mismo. Ya sabemos lo que buscan los instintos de los hombres (físico y actitud). Y sólo nos queda averiguar qué busca realmente un chico de una forma más reflexiva.

Bien, si te preguntas por qué aquella amiga consiguió quitarte ese chico que a ti te gustaba tanto, seguro que la respuesta la tienes a continuación.

Para gustar a un triunfador o macho alfa tienes que ofrecerle tres cosas imprescindibles.

1- Buen sexo (o imagen de que puedes darlo). Un chico no sólo quiere que lo hagas, sino también que tú quieras hacerlo. A ellos les gustan las chicas que disfrutan con el sexo y que tienen una vida sexual “interesante”. ¿En una disco quien liga más, la del escotazo o la que va tapada?

El sexo  no se tiene que hacer por obligación, porque “toca” o porque es lo normal. Un chico pide muy poquitas cosas para ser feliz, pero una de ellas es sexo. De hecho, a priori, es la actividad más importante para un chico y por tanto debes implicarte en ella al 100%. Interésate en ese tema al igual que él se interesa en los tus tuyos, aunque no le apasionen.

Además, con buen sexo estás demostrando:

• Qué sabes lo que quiere y entiendes sus necesidades.
• Qué sabes darle lo que necesita.
• Qué quieres dárselo para que sea feliz.

2- Sentirse protector. Genéticamente los machos están programados para ser fuertes y así  poder proteger y asistir a la hembra. Es cierto que ya no somos animales, pero los instintos siguen siendo los mismos que cuando vivíamos en las cavernas. Un chico tiene que sentir que sus atributos masculinos son valorados y útiles. Más claro, los chicos necesitan saber lo “machotes” que son y reafirmar su masculinidad constantemente. De este aspecto surge la idea de que las chicas débiles y desvalidas son más atractivas a los ojos de un chico. Sin embargo mucho cuidado con esto. Un triunfador no quiere una chica débil y desvalida siempre y con todo el mundo, no. Un triunfador quiere una chica fuerte y decidida en la vida pero débil a su lado.

Por ejemplo, el prototipo de chica ideal de un triunfador, en este aspecto, sería la típica

“mujer fatal” con los demás pero sumisa respecto a él (ojo, sumisa no sexual, sino emocionalmente hablando).

3- Sentirse libre. Es parecido al anterior pero desde otro punto de vista. Un triunfador no puede sentirse “obligado” a estar con alguien o a hacer algo que no querría. Si un chico está a tu lado es porque quiere estarlo, en el momento que no quiera o no le siga interesante se irá.  Un triunfador no pertenece a nadie por derecho y por tanto cualquier intento de atarle o disminuir su espacio vital es una mala idea. Si quiere atarse a ti, lo hará él solito cuando quiera hacerlo, y si todavía  no lo ha  hecho es porque no quiere. Así que no presiones emocionalmente a un triunfador o la cosa irá mal.

Como es un poco difícil de entender te voy a poner un ejemplo gráfico de lo que significa “sentirse libre” para un chico.

Imagínate que tienes un perrito. Tú le quieres mucho y el te quiere mucho también. Pero cuando le sacas a pasear le llevas siempre con la correa. El perrito irá a tu lado y te acompañará pero si quiere correr, saltar o ir a oler un árbol  no podrá hacerlo porque le tienes atado. El perrito, ¿será realmente feliz? Al 100% no. Y si un día se escapa quizás no vuelva.

Ahora supongamos que en vez de llevarle con correa siempre va suelto. Ahora el perrito ya no va constantemente a tu lado, sino que juega, salta, va de un lado a otro. Unas veces se aleja de ti y otras se acerca… pero resulta que siempre vuelve. Ese perrito no es libre porque depende de ti, de tu cobijo y alimento, pero sin embargo su sensación es de ser libre.

Recuerda que un macho alfa es como un “perrito no domado”, por lo tanto si vuelve, es porque realmente quiere estar a tu lado, no por otro tipo de circunstancias.

Espero que se haya entendido el ejemplo, es un poco simple pero muy adecuado.

*Por último recordar que todo lo que explico sobre chicos y chicas son generalizaciones.