Vamos con el siguiente video. En este caso de Rocky II. Nos va a ser especialmente útil a la hora de sacar conclusiones muy provechosas para nuestra forma de ver la vida.
Antes de comenzar te advierto de que si no lo has hecho deberías leer antes el post de Motivación (1) entero para lograr entender muchas de las cosas que explicaremos en este.
Vamos allá.
En esta película Rocky entra en una profunda depresión debido a problemas físicos que le obligan a apartarse del boxeo y económicos por la imposibilidad de encontrar trabajo debido a su falta de cultura (apenas lee con claridad).
Además su esposa (Adrian) tiene un parto prematuro con complicaciones que la dejan sumida en coma. Todas estas circunstancias hacen que Rocky no esté concentrado en su entrenamiento y finalmente no tenga fuerzas ni motivaciones para seguir adelante.
Como siempre, mirad el video con atención y después lo comentamos juntos.
Bien, el esquema es el que ya comentamos en el anterior post. El fragmento del entrenamiento se divide en dos partes. La primera con los ejercicios y la segunda corriendo.
Pero en este caso, en la primera parte (ejercicios) hay varios conceptos nuevos que tenemos que comentar aparte de los que ya sabíamos del anterior video (esfuerzo y sacrificio).
El primero lo vemos justo al principio. La mujer de Rocky a despertado del coma y le pide que se entrene y gane el combate (al comprender lo importante que es el boxeo para su marido). Por supuesto a partir de ese momento Rocky se pone manos a la obra.
¿Cómo interpretas esta circunstancia?
– Motivación.
Adrian motiva a su marido al pedirle que entrene por ella. Le da una razón para seguir esforzándose. Le da un “por qué” para luchar.
¿Qué tiene que ver eso con nuestra vida?
– Al igual que Rocky nosotros también vamos a tener momentos en los cuales estemos hundidos psicológicamente. No somos robots, y por tanto sufrimos y padecemos. Nuestra voluntad de hierro a veces se puede quebrar por diversas circunstancias (sobre todo cuando tenemos un problema grave o una situación desagradable). Quizás en esos momentos nos cueste encontrar un “por qué” seguir luchando.
Pues esa es la primera enseñanza de este post. Tienes que encontrar tus propias motivaciones. Por qué haces lo que haces. Por qué te esfuerzas. Por qué luchas en el día a día, contra la pereza, contra el trabajo, contra los problemas en general. Por qué quieres evolucionar. Por qué quieres ser mejor, más fuerte y decidid@.
En definitiva, ¿Por qué quieres triunfar?
Bien, yo no puedo responder a esa pregunta por ti. Eres tú mism@ el que tiene que buscar tus propias respuestas.
Pero mientras las encuentras te puedo dar algunas ideas a modo de ejemplo:
– Porque te mereces más en la vida.
– Porque has sufrido mucho para llegar donde estás y no puedes dejarlo ahora.
– Porque tienes potencial más que suficiente para ser mucho más grande de lo que eres.
– Por los que confían en ti y siempre te apoyan.
Seguimos.
Ahora quiero que te fijes detalladamente en el minuto 1:33 del video.
¿Qué te sugiere?
Rocky está entrenando en cuclillas con un pesado tronco en los hombros. Ese tronco simboliza la carga que tú al igual que él tienes que llevar diariamente solo por el hecho de vivir.
Y dime, ¿qué le ocurre a continuación?
Que está destrozado, agotado y cae rendido al suelo. A nosotros igualmente nos va a ocurrir en muchas ocasiones. El peso que nos echamos sobre nuestros hombros (a veces incluso voluntariamente) es demasiado grande. Y nos caemos. Y nos rendimos.
¿Pero qué hace a Rocky ante esa situación?
Se toma un momento. Suspira hondo. Reflexiona. Se reafirma en su convicción. Coge aire y vuelve a levantar el peso con más determinación que antes.
Caerte (fracasar) no te hace más fuerte. Levantarte después de la caída es lo que te endurece. Tenlo en cuenta la próxima vez que tropieces (te ayudará mucho recordar tus “por qués”).
Nos vamos ahora al minuto 2:45.
Rocky por fin a conocido a su hijo y tiene que cuidarle. Se da cuenta de que hay personas que dependen de él. Personas que ganan cuando él gana. Que pierden cuando él pierde. Ya no sólo lo hace por él mismo. Es decir, se motiva nuevamente.
A nosotros nos pasa lo mismo. Quizás aun no tengamos hijos, pero de igual forma, hay personas en nuestro entorno que forman parte de nuestra vida. Estas personas comparten tanto nuestros aciertos como nuestras equivocaciones, tanto nuestras alegrías como nuestras tristezas.
Igualmente compartirán nuestro éxito o nuestro fracaso.
Por tanto, si alguna vez te encuentras sin suficientes razones para seguir luchando por ti mism@, al menos sigue esforzándote por ellos.
A partir de ese momento, en el video pasamos a la parte de correr. Y esta parte también nos trae novedades.
(Recordad del anterior post que correr significaba vivir)
Rocky sigue corriendo por los mismos lugares que antes y con el mismo chándal. Pero ahora ya no es un desconocido. La gente le reconoce y le saluda. Porque ya no empieza desde cero como en la primera película. Ya ha recorrido una parte del camino. Ha logrado cosas gracias a su esfuerzo y eso se refleja en el cariño de la gente de su barrio.
Cuando nosotros nos esforcemos y vayamos avanzando vamos a obtener resultados, al igual que Rocky. Y esos resultados repercutirán tanto en nosotros como en nuestro entorno. Nosotros lograremos cosas y la gente verá como las logramos. Y eso nos proporciona doble éxito.
Otro detalle muy importante lo vemos en el minuto 4:00.
Rocky ya no corre solo como en la primera película.
Ahora le acompañan, le animan, le admiran.
Cuando empieces a mejorar tu vida, a triunfar, te darás cuenta de que las personas lo notarán. De repente te empezarán a respetar, a tener en cuenta. Ya no les produces indiferencia. Ahora eres alguien a quien van a querer acercarse y acompañar.
Si te das cuenta, en su carrera Rocky salta tres bancos que se encuentra en su camino. Al igual que los bancos hay problemas menores que van a surgir de improviso en nuestra vida y hay que reaccionar de forma rápida y contundente. No podemos dejar que detengan nuestra carrera, por tanto, no les des más importancia de la que tienen y supéralos de un salto.
Y llegamos al minuto 4:55.
Rocky realiza un último esfuerzo. Cambia el ritmo, pega un fuerte acelerón y comienza a esprintar dejando atrás a todos los demás.
Si sigues esforzándote y cambiando, al final llegará un momento en el que hay que acelerar. No puedes ir siempre al mismo ritmo. Ese será el momento en el que por fin lo veas claro y cojas lo que te pertenece.
En ese instante entenderás cuál es el resultado de todo tu esfuerzo. Habrás comprendido quien eres, como eres, por qué eres así. Y gracias a eso sabrás en ese justo punto que tú puedes ser quien quieras, como quieras y la forma de lograrlo.
Eso es todo lo relativo a este video. Espero que al menos os haya parecido interesante y que reflexionéis un poco sobre los temas.
Nos vemos en el próximo.
Puff la motivación de haber sido un pringao es terrible. Con recordar como se aprovecharon de mi debilidad en el colegio siendo el centro de las cargadas. Sabiendo que me educaron para ser un beta y aprovecharse. Mas motivacion que esa, imposible.-